“La imagen poética puede caracterizarse como un vínculo directo de un alma a otra”, con esta frase de Gastón Bachelard podría también describir la poesía de Missael Duarte, reunida bajo este lúcido cuaderno titulado Líricos Instantes. En efecto, en este conjunto de poemas, es evidente ese diálogo de pronombres que se lleva a cabo, desde un lenguaje sobrio y depurado. entre la amada y el yo lírico. Las palabras son puentes, vías de acceso que trazan sobre lo efímero esa llama que se consume al momento de ser nombrada. pero que queda resonando en ese instante donde siempre será ahora.
Instante en el que la experiencia del lenguaje toma forma para entregarse a intensidades sublimes percibidas fuera de la experiencia sensible de la existencia, como bien nos dice Missael en "El Beso", poema de gran aliento y belleza basado en la escultura del mismo nombre. del artista francés Augusto Rodin, en el que la pareja de amantes queda retratada en una imagen de continuo movimiento sólo captada por el lente del tiempo de la palabra poética: son instante sublime/trasmutado en forma manifiesta/ de inteligible IDEA inmutable.
En Líricos Instantes la realidad queda replegada para dar paso al ideal, esa materia intangible en la que el verbo del poeta se encarna. no para atrapar una belleza abstracta, sino para intentar salvar al mundo de su transitoriedad.
Víctor Ruiz